Lugo recuerda a todas las personas represaliadas por el franquismo en el Día de los Mártires de Galicia


Maite Ferreiro, concejala de Cultura, Turismo y Promoción Lingüística, acogió el homenaje institucional a todas las personas vencidas por el franquismo organizado por el Concello y la Diputación de Lugo por el Día de Galicia Mártir. 

En el acto, que tuvo lugar en la Cárcel Vieja, Maite Ferreiro destacó el compromiso del Gobierno de Lugo de "seguir manteniendo viva la memoria de todas las personas que fueron asesinadas por defender sus ideales". Durante el acto, Maite Ferreiro leyó el manifiesto elaborado por la fundación Alexandre Bóveda para el Día de los Mártires de Galicia 2023.

Con esta actuación del Ayuntamiento y la Diputación de Lugo se pretende dar un paso más en la rehabilitación de la figura de Alexandre Bóveda, víctima de un falso proceso judicial en Pontevedra, y de todos los mártires de la libertad que simboliza en la memoria histórica y democrática del pueblo gallego

El vicepresidente de la Diputación Provincial y diputado de Memoria Histórica, Efrén Castro, destacó la figura de Alexandre Bóveda como “un símbolo de todo el pueblo que luchó contra el régimen fascista”. Según Efrén Castro, "las instituciones públicas deben honrar a todos los mártires de la libertad en la historia del pueblo gallego". 

El Ayuntamiento de Lugo acordó institucionalizar la celebración del Día del Mártir de Galicia en febrero de 2020, y desde el área de Cultura se realizó el primer homenaje el 17 de agosto de ese mismo año.

Maite Ferreiro criticó que, pese a las peticiones de oficializar este homenaje a todas las personas que sufrieron la represión franquista, "la Junta del Partido Popular aún no ha dado el paso".

Día de los Mártires de Galicia

La primera vez que se reconocieron jurídica y políticamente los derechos y libertades nacionales del pueblo gallego fue en el marco constitucional de la Segunda República Española, con la abrumadora mayoría social que permitió un plebiscito sobre el Estatuto de Autonomía de Galicia el 28 de junio de 1936.

Pocas semanas después se produjo un violento levantamiento de una parte de las fuerzas armadas del Estado español, instigado y apoyado por sectores reaccionarios y organizaciones políticas paramilitares de ideología fascista, contra el régimen constitucional de la Segunda República y su gobierno legítimo, derivado de las elecciones democráticas celebradas en febrero del mismo año de 1936, ganadas por el Frente Popular.

 Después de este levantamiento anticonstitucional y antidemocrático, miles de personas fueron asesinadas sin juicio o ejecutadas por sentencias de tribunales títeres de las fuerzas rebeldes. Otros formaron parte de la resistencia armada en las guerrillas antifranquistas, otros se exiliaron, donde continuaron luchando por el restablecimiento de las libertades individuales y colectivas del pueblo gallego y por la reconstitución de un régimen democrático en Galicia y España. Estado.

 Castelao, figura emblemática para todo el pueblo que siguió luchando por esa causa en el exilio hasta su muerte, inmortalizó simbólicamente en su disco "Galicia Mártir" a todas las víctimas de la represión fascista en Galicia durante la Guerra de España. El más representativo de ellos por su parte, al que Castelao dedicó su testamento político, el libro "Sempre en Galiza", y más al que elevó a la categoría de símbolo de todos en su discurso "Alba de Gloria", fue Alexandre Bóveda Iglesias. , líder del Partido Gallego, víctima de un irrisorio y atroz proceso en Pontevedra y fusilado en Caeira (Poio) el 17 de agosto de 1936.

Manifiesto del Día de los Mártires de Galicia 2023

Compañeros y compañeras: Bienvenidos y bienvenidos a la jornada nacional de Bóveda ya la de nuestros mártires gallegos.

Hoy la voz de nosotros, tan clara aurora en la fiesta nacional de Galicia,
de nuestros mártires,
en plena referencia de Alexandre Bóveda,
deseamos desde la Fundación, que esa voz se convierta en un sentimiento unitario, en la expresión determinante de nombrarnos siempre militantes en nuestra memoria incluyente, viva, gallega y democrática
y así, con el trozo de libertad conquistado,
invocamos la justicia.
Lo invocamos porque buscamos la verdad.

Se cumplen 120 años del nacimiento de Bóveda, vamos a los cincuenta de aquel primer acto abierto y plural, en las afueras de San Amaro de Pontevedra, y se cumplen 33 años, como la edad en que asesinaron a Alexandre, del nacimiento de la Fundación Alexandre Bóveda.        

Nuestras puertas siempre han estado y están abiertas.

Pero también hay que decir que cómo nos va la vida, lo sabemos nosotros y pocos más, que sí se molestaron en llamarnos, para saber de nuestras necesidades y proyectos y hasta generosamente nos dieron un hogar.

Bóveda no es la rutina del diecisiete de agosto. Bóveda está en las responsabilidades de cada día para que de él y en la memoria tengamos presente a nuestros mártires, así como a las demás víctimas de la injusticia dirigida y ejecutada por la represión fascista personificada en el funeral, Francisco Franco, líder de la guerra civil consecuencia directa y única, no asumida, de los ejecutores del golpe de Estado contra el gobierno estatal, constitucional, democrático y legítimo de la República.De todo lo que vino (y viene) entonces... he aquí las gente responsable. No hay más cera que la que arde. No vale decir ni escribir, sin más trabajo, las palabras concordia, paz y libertad. Por muy bonito que sea el lugar donde se digan, hablar o escribir es más que decir palabras.

Hoy aquí estamos, pensamos que en comunión, aunque sea por distintas motivaciones, cada uno sabrá lo suyo y desde Fundación Bóveda nos gustaría tu presencia en ningún momento para responder a la oportunidad de “quedar bien” y luego, vamos , "al próximo año".

Nos gustaría que este acto fuera una prueba irrefutable de nuestras alianzas, de nuestra complicidad, con el bovedismo (es decir, con el gallego y el nacionalismo), porque Bóveda no es un eslogan, ni un titular en los medios de comunicación de fábula, ni una simple pegatina. Su discurso no es una proclamación más o menos acalorada. El valor está en los hechos y las obras, que brillan en las verdades.

No se puede poner en ella nuestra memoria como si fuera una piedra de azúcar para poner en un vaso de agua para diluirla y luego dar a beber la mezcla para que nos quede dulce el gusto y dulce también el conocimiento de ella. . Ese no es el final de nuestra memoria, nuestra memoria es una búsqueda, es un deshierbe, y para hacerlo, todos tenemos que afilarla bien con una guadaña... las cinco puntas de nuestra estrella de la libertad. Eso será hacer una buena cosecha comunal y mejor seitura popular, porque Bóveda es militancia y junto a él... Galicia somos nosotros. Y así, frente a él y a nuestros mártires, debemos responsabilizarnos de nuestra ética ciudadanía y también de nuestra conducta política.Su presencia aquí no da indulgencias, ni disculpas, por olvidos, dudas y silencios, o falta de decisión, y así en la complacencia de ver cómo nuestra historia, nuestra memoria,

Sabemos bien que ningún opresor reconoce la opresión y por el contrario la justifica, sus argumentos no nos sirven, no se puede pasar página y empezar a escribir sobre otra, sin enmendar y corregir, la que dejamos abandonada. No valen las actitudes chulescas e irresponsables de quienes nos llaman "beneficiarios subsidiados".

Nosotros, desde y para la restauración de nuestros mártires, sólo pedimos justicia y reparación, y luego normalización de la determinación democrática en nuestro Pueblo. Por eso, para no olvidar nunca, repetimos: Bóveda es militancia y con él, Galicia, somos nosotros.

Y desde entonces nos permitimos algunas preguntas:

¿Será el momento de abrir las puertas de los despachos y ejercer la libre entrada para buscar las verdades?

¿Serán horas para calentar corazones?

¿Será el momento de mantener tensiones con las fuerzas limpias de nuestras energías y mostrar así nuestro poder colectivo?

¿Será hora de que estemos presentes y tengamos claro qué entendemos por fidelidad y lealtad a los nuestros y a nuestros mártires?

¿Será el momento en que exigir la verdad, la reparación, la inocencia y el honor de los mártires no sea una anomalía?

¿Será hora de que dejen de llamarnos pesados ​​y "cebollas" por reclamar justicia y decir la verdad?

¿Será hora de que quienes gozaron (y gozan) de la impunidad, y quienes se atreven a representarlos..., sepan que ésta no es ilimitada, y pidan perdón?

¿Es hora de dar cuentas?

¿Es hora de asumir que nunca es demasiado tarde?

Es hora de dejar de hablar de paz sin memoria y sobre todo... ¿Hacerlo en nombre de una falsa reconciliación?

¿Es hora de seguir quitando cenizas?

¿Es hora de resucitar a nuestros muertos de las tumbas y fosos?

Es hora de ejercer nuestro derecho a la verdad, porque sin este derecho... ¿qué más nos queda?

¿Es hora, como dice el profesor Calo Lourido, de darnos cuenta de que los tiempos francamente franquistas han desaparecido y los tiempos franquistas han quedado?

Así fue (y es) que la transición ejemplar y la democracia cubrieron de silencio la lucha por la instauración de la memoria, los asesinatos de nuestros mártires y así se posaron en la baza de la impunidad de los infames... que lideraron nosotros a través de la impotencia y la tragedia.

El profesor Calo Lourido nos dice que hay muchas cosas que no se cuentan... porque no encajan en la historia que se vende.

Todavía vivimos en libertad condicional.

No hay otro... (y para eso contamos con hombres y mujeres trabajadores y mucha juventud entregada) que recupere y potencie nuestra memoria en su función detonadora, explosiva e insurgente, porque esos otros quisieron ponerla en un baúl e incluso enviarlo afuera. No podrán desarmar nuestras palabras, el vocabulario de la memoria será común, no intentes silenciarnos. Tenemos que seguir construyendo la historia negada y oculta.

Y por lo dicho y más, mucho más, aquí está hoy nuestro testigo militante Alexandre Bóveda, el que era una conciencia que regañaba, que sus propuestas de política pública eran para reducir las desigualdades, habilitando elementos de dignidad que ayudaran a construir una vida digna en la ciudadanía. Y lo pagó. Bóveda y PG no se sentían cómodos en esa España.

Bóveda, en su martirio, constituye la onda expansiva de la enorme fuerza de un corazón gigante, lleno de corazones militantes en Galicia.

Nombrar la Bóveda será fiel a sus convicciones ya su ser completo, que da lugar a un big-bang creador de conciencias y sentimientos del Pueblo y la Nación.

Recordemos aquella historia del poeta vasco Joseba Sarrionandia:

Había un hombre joven, o una mujer joven, que fue atrapado y encerrado en el calabozo más oscuro. Solo a veces entraba un delgado rayo de luz. Un día cuando la oscuridad era muy oscura y la luz más aguda... el joven, o la joven, empezó a caminar sobre el hilo de la luz... y salió corriendo... huyó al país donde el deseo todavía hace sentido...

Si él o ella lo hizo bien... busquemos nuestra luz para ir al país donde desear tenga sentido.

No podemos ser nuestros propios enemigos.

¿Sabemos cuánto podemos abrir con nuestras llaves?

¿Cuando nos reuniremos?

¿Cuándo recuperar las palabras y querer decir lo que dicen?

Trabajemos para que los días no pierdan más sangre y para que las heridas profundas de los martirios cicatricen un día.

Todavía tenemos mucho que buscar en nuestra gente.

Todavía tenemos mucho que encontrar.

Si buscamos... encontramos.

Siempre.

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