Xurxo Bouzo: Un legado imborrable en el fútbol ourensano

 

El fútbol ourensano llora la pérdida de Xurxo Bouzo Estévez, quien nos dejó a los 46 años. Su repentina partida ha conmocionado a familiares, amigos y a todos aquellos que tuvieron la oportunidad de compartir momentos con él dentro y fuera del campo. Desde aquí, queremos rendirle un sentido homenaje y enviar nuestras más sinceras condolencias a sus seres queridos.

Xurxo no fue solo un futbolista; fue un símbolo de compromiso y pasión por el deporte. Formado en la cantera del desaparecido CD Ourense, llegó a vestir con orgullo la camiseta del primer equipo en Segunda B. Su talento y entrega en el campo lo llevaron a ser una pieza clave en clubes como el Verín, Arenteiro y Sporting Celanova, dejando en cada uno de ellos una huella imborrable.

Sin embargo, su amor por el fútbol no terminó ahí. Cuando la UD Ourense nació como un proyecto que buscaba devolver la ilusión a la afición, Xurxo no dudó en calzarse las botas una vez más. Con 35 años, recorrió campos de tierra y luchó junto a sus compañeros para llevar al equipo a Preferente, demostrando que su compromiso con el club iba mucho más allá del terreno de juego. Su presencia en O Couto, ya fuera como jugador o aficionado, siempre fue un reflejo de su amor por el escudo y la ciudad que lo vio crecer.

El impacto de su pérdida se ha sentido profundamente en el fútbol gallego. Compañeros, entrenadores y aficionados han expresado su tristeza y gratitud por haber compartido momentos con él. Fernando Currás, actual presidente de la UD Ourense y excompañero de Xurxo, ha reconocido lo doloroso de su partida: "Es exagerado lo que sientes al perder a un compañero como él. No solo fue un gran jugador, sino también una persona excepcional".

Hoy, Ourense despide a uno de los suyos. Un luchador incansable, un referente dentro y fuera del campo, y sobre todo, una persona querida por todos. Su recuerdo permanecerá vivo en la memoria de quienes lo conocieron y en cada rincón de O Couto, donde su espíritu seguirá alentando al equipo que tanto amó. Descanse en paz, Xurxo.